martes, 26 de junio de 2012

EL RATÓN LIMPIO Y EL RATÓN SUCIO


El ratón limpio y el ratón sucio

(una adaptación de los poemas "La basura" y "Educación ambiental" de la poeta Luisa Teresa Sosa)
Personajes:
-Narrador
-Ratón limpio
-Ratón sucio
 La obra se desarrolla en una casa de ratones.

Narrador: Esta es la historia de dos ratones que eran hermanos. Uno era muy limpio y siempre trabajaba para tener la casa en orden y el otro era muy cochino, desordenado y haragán, por donde quiera que pasaba iba dejando basura y desorden, por eso siempre estaban peleando.
Entran en escena los dos ratones.
Ratón limpio: (Preocupado y molesto)
No puedo seguir así,
no colaboras en nada
y siempre estas ensuciando,
la paciencia se me acaba.
Ratón Sucio: (Despreocupado, bostezando)
Ah, no mijito querido,
qué tú quieres que te diga
limpiando todos los días
¿Quiéres que pase mi vida?
 R.L: Sólo espero que procures
vivir en un ambiente sano
porquesino acabarás
comido por los gusanos.
 R.S: (Asustado)
¡Hay mi hermano no me asustes!
Qué cosas tan horribles hablas.
Me tiemblan las pantorrillas
si el corazón se me apaga.

R.L: Si tú eres organizado
nunca sentirás temor
porque te habrás preparado
para así vivir mejor.
El ratón sucio asiente
 R.L: Te sentirás responsable
por tu casa y por tu aldea.
por mejorar día a día
el medio que te rodea.
 R.S: Gracias mi hermano querido
por tu buena orientación
y preparar el ambiente
para la conservación.
 R.L: Si todos prestan su ayuda
con voluntad decidida,
pronto podrán mejorar
la calidad de la vida
R.S: Vamos a decirle al pueblo
a todos sus habitantes
que eviten en lo posible
los medios contaminantes
 R.L: Así es, porque en mutua cooperación
debe trabajar la gente,
para poder resolver
los problemas del ambiente.
 Narrador: y así nuestros ratoncitos
juntos fueron trabajando
para  poder vivir mejor
en un ambiente más sano
Oye amiguito tu ambiente
tenerlo limpio procura
pues factor contaminante
siempre ha sido la basura
Si tú limpias tu casita
los males serán menores
no habrá plaguitas ni moscas
tampoco malos olores
Todos: Unidos colaboremos
y tendamos nuestra mano
a todo recolector
que tenga el aseo urbano.
Y colorín colorado
Esta obra ha terminado

PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO


PASIÓN, MUERTE Y RESURRECIÓN DE JESUCRISTO
Elaborado por: Bárbara Bello y Jenny Urquiola

PRIMERA ESCENA: En el huerto de los Olivos
(Sale Jesús con los Apóstoles)

JESÚS:      Sentaos aquí, mientras yo hago oración.
                   (Jesús toma tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan)

JESÚS:      Siento en mi alma una tristeza mortal, quedaos aquí y velad conmigo.
                   (Se adelanta, cae en Tierra y ora así:)

JESÚS:      Padre mío, si es posible aparta de mi este cáliz, pero que no se haga mi
                   voluntad sino la tuya.              
                   (Vienes entonces a donde los discípulos y los encuentra dormidos y les
                   dice:)

JESÚS:      No habéis podido velar una hora conmigo. Velad y orad para no caer en
                   tentación.
                   (Se aleja nuevamente a orar:)

JESÚS:      Padre para ti todo es posible; aparta de mí este cáliz, pero no se haga lo
                   que quiero yo, sino lo que quieras tú.
                   (Regresa donde los apóstoles los vuelve a encontrar dormidos y les dice:)

JESÚS:      Velad y orad alertas porque el Espíritu está pronto pero la carne es débil.
                   (Regresa por tercera vez a su sitio de oración)

JESÚS:      Padre para ti todo es posible; aparta de mí este cáliz, pero no se haga lo
                   que quiero yo, sino lo que quieras tú.
                   (Viene entonces a donde sus apóstoles y les dice:)

JESÚS:      Ahora ya podéis dormir y descansar. Mirad, ha llegado la hora en que el
Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de pecadores.
¡Levantémonos! ¡Vamonos! Mirad que el que me va a entregar está
cerca.
                   (En ese instante Judas y los judíos llegan a la entrada del huerto)

JUDAS:      Esperad aquí, veré si es fácil agarrarle, es peligroso y puede escaparse.
                   (Se adelanta y les hace señas con la mano para que se acerquen y les
dice:)

JUDAS:      Aquel a quien yo dé un beso, ése es; prendedle.
(Se acerca a donde está Jesús le besa y le dice:)

JUDAS:      ¡Salve Maestro!
                  
JESÚS:      Judas, con un beso; entregas al Hijo del Hombre.
                   (Se dirige a los demás)

JESÚS:      ¿A quien buscáis?

TODOS:    A Jesús de Nazareth.
                  
JESÚS:      ¡Yo soy!
                   (Los judíos retroceden asustados y algunos se caen, Jesús pregunta
nuevamente)

JESÚS:      Os he preguntado a quien buscáis.

TODOS:    A Jesús de Nazareth.

JESÚS:      Os he dicho que yo soy.

JUDÍO 1:   Prendedle.
(Se acercan donde está Jesús y forcejean con los apóstoles, Pedro saca la
espada y le da en el oído a uno de los judíos)

JESÚS:      Pedro, vuelve la espada a la vaina porque aquel que a hierro mata a hierro
                   muere. Si mi Padre no permitiera esto, me defendería con los ángeles. Pero
                   si me buscáis a mí, dejad ir a estos.
                  
JUDÍO 1:   ¡Iros!
                   (Los apóstoles se marchan, los judíos empiezan a amarrar a Jesús)

JESÚS:      ¿Por qué me habéis venido a prender como un ladrón?. Siempre estuve
predicando en el templo y en las sinagogas. Pero era necesario que se me hiciera así, para que se cumplan las escrituras.

JUDÍO 2:   Amarrémosle bien y no perdamos más tiempo, el pontífice espera.
                   (Salen con Jesús hacia la casa de Caifás y por el trayecto le van diciendo:)

JUDÍO 1:   Al fin caíste falso profeta.

JUDÍO 2:   Ahora darás cuenta ante el Sanedrín.

JUDÍO 3:   Y decía ser nuestro futuro Libertador.

MUJER 1:           ¿Y a cuantas habéis engañado?

TODOS:    Muerte al Galileo, a la cruz el impostor.

JUDÍO 1:   Ahora responderás a nuestros pontífices.

SEGUNDA ESCENA: En casa de Caifás
(Llegan con Jesús a la casa de Caifás)
(Entra Anas quien aparece por el fondo, observa a Jesús de arriba abajo y
  dice:)

ANAS:        Al fin caíste profeta revolucionario, ahora vas a dar cuenta de todas tus mentiras, a mí no me podrás engañar. Soy la ley y la tradición, soy la voz
del Altísimo.
                   (Entra Caifás, levanta los brazos y se dirige al pueblo:)

CAIFÁS:    Pueblo de Dios. Estamos viviendo un momento importante. Debemos juzgar los delitos de un impostor. Por eso quiero convocar la sabiduría del pueblo.

ANAS:        Pueden dar comienzo a las declaraciones.

ARIMATEA: Las leyes no condenan a nadie sin justa razón. Sería una vergüenza que
nadie defendiese a este hombre.
                  
JUDÍO 1:   Que sea justo o injusto ha de morir, porque no guarda las leyes de nuestros
padres. Quitémosle la vida.

JUDÍO 2:   Echadle en la cárcel para siempre. Por haber amotinado al pueblo es reo.

JUDÍO 3:   Habla contra nosotros y denigra a los fariseos. Es enemigo del consejo y de las santas leyes del pueblo.
                  
JUDÍO 4:   Desterremos a este hombre como seductor del pueblo. Nos dispone contra Roma y es un peligro.

ANAS:        Galileo, ¿Qué dices acerca de tus discípulos y de tu doctrina?

JESÚS:      Siempre expuse mis doctrinas en publico. Hablé en las sinagogas y en el templo. Nada he dicho a escondidas. ¿Por qué me interrogáis a mí? ¿Por qué no interrogáis a los que me han oído?
                   (Un soldado le da una bofetada mientras le dice:)

SOLDADO: Así no se contesta al Sumo Sacerdote.
                   (Jesús le mira fijamente y le dice:)
JESÚS:      Si te he ofendido dime en qué, y sino, ¿Por qué me pegas?

JUDÍO 1:   Nosotros lo hemos oído decir: “Yo destruiré este templo y en tres días lo reconstruiré”.
CAIFÁS:    ¿No tienes nada que responder a estos cargos que presentan contra ti?
                   (Ante el silencio de Jesús continua el Sumo Pontífice:)
Como Sumo Sacerdote y Autoridad Suprema del pueblo de Dios, te conjuro en nombre de Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.
(Jesús guarda unos instantes de silencio y reposadamente contesta:)

JESÚS:      Tú lo has dicho. Más aún yo te digo que en breve veréis al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Todopoderoso venir sobre las nubes del cielo.
                   (Caifás con cara atónita, grita, mientras se rasga la túnica:)

CAIFÁS:    ¡Ha blasfemado…! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos?... Acabáis de oír la blasfemia ¿Qué os parece?

TODOS:    Es reo de muerte, ha blasfemado. Reo de muerte…
                   (Salen con Jesús hacia la casa de Caifás y por el trayecto le van diciendo:)

CAIFÁS:    Soldados, llevádselo a Pilato para que él decida, si Herodes no le quiere condenar.
(Judas en ese momento sale de entre la multitud y llega hasta la escena y dice:)

JUDAS:      He pecado contra el cielo entregando a muerte a un inocente, estas monedas me queman las manos. No las quiero.

CAIFÁS:    ¿A nosotros qué? Eso es un asunto tuyo.
(Judas arroja las monedas, algunos soldados se agachan a recogerlas y dice Caifás:)

CAIFÁS:    Dejad, no es lícito echarlas al tesoro,  porque es precio de sangre. Mejor compraremos un terreno para cementerio de extranjeros.
                   (Volviéndose a Jesús ordena a sus soldados:)

CAIFÁS:    Llevadlo pronto a Herodes.

TERCERA ESCENA: En casa de Herodes
(En el escenario aparecen con túnicas, mantos y una corona sobre la cabeza del Rey Herodes rodeado de cuatro mujeres y un judío. Los soldados de Caifás llegan a casa de Herodes. El judío llega hasta su presencia y comienza el dialogo)

JUDÍO 1:   Señor, traen preso a Jesús el carpintero de Nazareth.

MUJER 1:           Ese es el gran profeta de Nazareth.

MUJER 2:           Dicen Que es in hombre bueno y hace milagros.
(Herodes aparece sentado en un trono, rodeado de las mujeres con una copa en la mano y riéndose con sus cortesanas, dirigiéndose a Betsabeth, le dice:)

HERODES: Betsabeth, al fin vas a conocer en persona al que llaman profeta Galileo.

BETSABETH: Señor, ha de hacer algún prodigio ante nosotros para alcanzar la gracia
de mi señor.

HERODES: Betsabeth, al fin vas a conocer en persona al que llaman profeta Galileo.


BETSABETH: Señor, ha de hacer algún prodigio ante nosotros para alcanzar la gracia
de mi Señor.

HERODES: Nos divertiremos un rato viendo las artes mágicas del Carpintero.

SEFORA: ¿Será cierto que ha curado a muchos enfermos y que resucitó a un amigo de Betania?

HERODES: Eso ha de demostrarlo ante nosotros para que creamos en él.
                   (Jesús hace su aparición en escena con los soldados judíos)

JUDÍO 1:   Señor, gocemos un rato de la vana ignorancia de los Galileos.
(Herodes observando a Jesús, se acerca poco a poco a Jesús y mientras dice coloca una rodilla en Tierra)

HERODES: Al fin llegaste a mi presencia profeta Nazareno. ¿Es cierto que procedes de
Galilea y eres hijo del Carpintero…? ¿Es que se ha secado tu lengua ante la grandeza de mi trono…? He oído hablar de tus famosos milagros, dicen que has curado enfermos y hasta has resucitado a uno de tus amigos. ¿Qué me dices? Espero que hagas alguno de tus prodigios para alcanzar mi gracia… Yo podría ser uno de los tuyos y seguir tu doctrina. ¿Es cierto que te llaman Rey y Mesías, Libertador de Israel? ¿Dónde está tu corona y tus ejércitos? Yo no veo sino odio contra ti y gente que te acusa… ¿Dónde están las personas que has curado?... Señora, traedme un ánfora con agua para ver sus prodigios… Quiero librar vino santo Nazareno… ¿Qué esperas? ¿Acaso quieres irritar a tu rey? ¿O es que estás loco? ¿No quieres que te defienda de las leyes y de las iras de Sanedrín y del pueblo?

SEFORA: Señor, envíalo afuera y no perdamos más tiempo. Está loco. No manches tus manos reales en él. Envíaselo a Pilato, que el gobernador Romano se entienda con él y con los ancianos del consejo.

JUDÍO 1:   ¡Señor, vístelo de loco, y envíaselo a Pilato! Ahora tienes oportunidad de ganarte su amistad.

HERODES: Vestidlo con una túnica blanca y enviadlo a Pilato, que él decida la suerte
de este loco Galileo.
                   (Le tira el trago por la cara. Despojan a Jesús de su túnica y lo viste de
blanco y le salen entre gritos e insultos dirigiéndose a la casa de Pilato)

PUEBLO: ¡Muera el Galileo! ¡A la cruz por impostor! ¡Acabemos con el enemigo de Roma! ¡Abajo el rey de miseria!

CUARTA ESCENA: En casa de Poncio Pilato
(Llegan con Jesús, dos soldados Romanos lo conducen hasta la escena. El Centurión al oír la gritería del pueblo, aparece en escena y dice:)

CENTURIÓN: ¿Qué queréis?

ANAS:        Queremos hablar con el gobernador.

CENTURIÓN: Esperad.
(Se va y luego aparece acompañado de Pilato)

PILATO:   ¿Qué significa este tumulto?

CENTURIÓN: Mi Señor ellos os han traído al Mesías.
                   (Dirigiéndose al pueblo, Pilato dice:)
PILATO:   ¿Para qué me presentáis a este hombre? ¿Qué acusaciones traéis contra él?          
CAIFÁS:    Si no fuera un malhechor no te lo hubiéramos traído: Este ha levantado al pueblo.
                  
PUEBLO: Crucifícalo, crucifícalo, crucifícalo.

ANAS:        Nosotros tenemos una ley, según esa ley debe morir. El se ha hecho pasar por Hijo de Dios y conforme a nuestras leyes debe morir.

PUEBLO: Crucifícalo, crucifícalo, crucifícalo… (BIS).

CAIFÁS:    Este Nazareno se dice Rey de los Judíos y Libertador del Pueblo. Está levantando el pueblo contra Roma y debe morir.

PUEBLO: Sí, debe morir. A la cruz el profeta de Nazareth. Crucifícalo, crucifícalo, crucifícalo
                   (Pilato levanta la mano pidiendo silencio y dice:)

PILATO:   Le interrogaré para ver si encuentro delito alguno para condenarle.
                   (Se dirige a Jesús con voz normal)

PILATO:   ¿Hombre de qué te acusan? ¿Eres realmente el rey de los judíos?               

JESÚS:      ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?

PILATO:   ¿Acaso soy yo judío?... Tu gente y los sacerdotes de tu pueblo te han entregado a mí pidiendo justicia. ¿Qué has hecho?

JESÚS:      Tú lo has dicho. Yo soy Rey, pero mi reino no es de este mundo… Si mi reino fuera de este mundo, mis soldados me habrían defendido para que no cayera en manos de los judíos. Pero… mi reino no es de este mundo.

PILATO:   ¿Tú eres Rey?

JESÚS:      Yo soy Rey, para eso he nacido, para eso estoy en este mundop; para dar testimonio de la verdad, y todo es que es de la verdad escucha mi voz.

PILATO:   ¿Y qué es la verdad?
                   (Jesús no responde. Pilato se dirige al pueblo diciendo:)

PILATO:   He interrogado a este hombre y no encuentro en él delito alguno para crucificarlo.
                  
PUEBLO:  ¡Crucifícalo, crucifícalo, crucifícalo! Eres reo de muerte. ¡A la cruz!

CAIFÁS:    Te hemos dicho que es enemigo de Roma. Amotina al pueblo enseñando doctrinas de liberación. Ha recorrido desde Galilea hasta Judea, es un impostor.

PUEBLO: ¡Crucifícalo! ¡Si eres amigo del Cesar! Nosotros no queremos otro rey que el Cesar.
                   (Pilato se dirige de nuevo a Jesús y le dice:)

PILATO:   ¿No respondes nada? ¿No oyes los cargos que presentan contra ti?
                   (Se dirige de nuevo al pueblo)

PILATO:   Me habéis traído a este hombre alegando que alborota al pueblo, yo le he interrogado y no encuentro en él delito alguno.

PUEBLO: ¡Crucifícalo, crucifícalo!
                   (Pilato dirigiéndose a los soldados dice:)

PILATO:   Guardias llévenlo y castíguenlo.
(Los soldados se llevan a Jesús, lo atan a una columna y empiezan a azotarlo. Pilato se retira)

SOLDADO 1: Golpea que harto trabajo nos dio con sus predicaciones.

SOLDADO 2: Si es Rey debemos coronarle.
                   (Le coloca la corona haciendo una inclinación de burla)

SOLDADO 3: Le falta la púrpura y el centro, esperad.
                   (Vuelve con una caña, y un trozo de paño rojo, se lo coloca y dice:)

SOLDADO 3: Ahora si parece todo un rey.
                   (Le cubren la cabeza con un paño rojo y le golpean)

SOLDADO 3: Si eres profeta adivina quien te golpeo.

SOLDADOS: Ja, ja, ja.

CENTURIÓN: Basta ya, Roma a castigado la rebelión, volvedlo al Gobernador.
(Los soldados llevan a Jesús ante el pueblo que sigue gritando. Aparece Pilato y pide silencio con la mano) (Toma del brazo a Jesús y se lo muestra al pueblo)

PILATO:   He aquí al hombre.
                   (El pueblo grita enfurecido:)

PUEBLO: Crucifícalo, crucifícalo.
                   (Pilato extiende el brazo y pide silencio)

PILATO:   Centurión traedme de las mazmorras a Barrabas.

CLAUDIA: Amado mío, no te mezcles en estos asuntos de los judíos. Ellos tienen odio
contra este hombre, él es justo. Yo he tenido un sueño esta noche y estoy muy nerviosa. Tengo miedo, puedes condenar a un justo.

PRIMERA ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerte
(El Centurión saludando con el brazo en alto, en estilo romano dice:)

CENTURIÓN: ¡Ave Poncio, el reo está en tu presencia!
                   (Pilato dirigiéndose al pueblo dice:)

PILATO:   Noble pueblo de Judea, sabéis muy bien que es costumbre vuestra que el gobernador de la libertad durante la pascua a uno de los presos del pueblo. Pues bien sabéis que en las mazmorras está un temible asesino, Barrabas.
                   (Lo empujan unos soldados y dice Pilato:)

PILATO:   Aquí lo tenéis ¿A quien queréis que os suelte? ¿A Jesús llamado el Rey de los Judíos ó a Barrabas?

PUEBLO: ¡A Barrabas, a Barrabas, suéltanos a Barrabas!
                  
PILATO:   ¿Y qué hago con el Rey de los Judíos?

PUEBLO: Crucifícalo, crucifícalo.
        
PILATO:   ¿Pero qué mal ha hecho este hombre?

CAIFÁS:    Si sueltas a ese hombre no eres amigo del César. Todo el que se declare rey es enemigo del Cesar y nosotros no queremos más rey que el Cesar.
                  
PILATO:   Yo no puedo crucificarlo porque no encuentro en él delito alguno.
CAIFÁS:    Nosotros tenemos una ley y según esa ley debe morir, porque se ha hecho llamar Hijo de Dios.
                   (Pilato dirigiéndose a Jesús le dice:)

PILATO:   ¿Qué dices a todo esto? si encuentro delito alguno para condenarle.
                   (Jesús permanece con la vista bajada sin contestar)

PILATO:   ¿A mí no me contestas? ¿No sabes que tengo autoridad para liberarte o para condenarte?

JESÚS:      Ninguna autoridad tuvieses sobre mí, sino se te hubiese dado de lo alto. Pero te digo que quien tiene mayor pecado es quien me entregó a ti.
                   (Pilato se dirige al pueblo y levante la mano)

PILATO:   Aquí tenéis a vuestro Rey.
                   (Luego el pueblo grita sin cesar)

PUEBLO: Crucifícalo, crucifícalo
        
PILATO:   A vuestro rey he de crucificar.

CAIFÁS:    Nosotros no reconocemos más rey que el Cesar.

PILATO:   Soldados, soltad a Barrabas.
                   (El pueblo sigue gritando:)

PUEBLO: Crucifícalo, crucifícalo.
(Pilato le dice algo al Centurión, luego aparece un soldado con una jofaina y un paño, levanta las manos y grita:)

PILATO:   Soy inocente de la sangre de este justo.
                   (Se lava las manos y continúa diciendo:)

PILATO:   Allá vosotros y vuestras leyes.
                   (Mientras el pueblo grita sin cesar)

PUEBLO: Crucifícalo, crucifícalo. (BIS)          

PILATO:   ¿A vuestro rey he de crucificar?
                  
CAIFÁS:    Nosotros no reconocemos más rey que el Cesar.
                   (Se dirige a Jesús con voz normal)
PILATO:   Soldados, soltad a Barrabas.
                   (El pueblo sigue gritando)

PUEBLO: Crucifícalo, Jesús debe morir, crucifícalo. (BIS)
(Pilato le dice algo al Centurión en secreto, luego aparece un soldado con una jofaina y un paño, levante la mano y grita)

PILATO:   Soy inocente de la sangre de este justo.
                   (Levanta las manos y continúa diciendo:)

PILATO:   Allá vosotros y vuestras leyes.

ANÁS:        Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
                   (Los soldados se llevan a Jesús, maltratándolo, gritándole, etc…)

II ESTACIÓN: Jesús es cargado con el peso de la cruz.
(Se le coloca a Jesús la cruz para que la cargue)

III ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez.
(Jesús tiene una caída leve, se levanta pronto)

IV ESTACIÓN: Jesús encuentra a su madre.
(Maria entra corriendo en el cerco mientras dice:)

MARÍA:     Dejadme es mi hijo y es inocente, como es posible que así le paguen, él no hizo más que bien a todos
                  
V ESTACIÓN: El cireneo ayudar a cargar la cruz a Jesús.

CENTURIÓN: Soldado, llama aquel hombre para que ayude al reo a cargar la cruz ante
de que fallezca.
(El soldado toma a Simón y lo introduce al cerco, haciendo que ayude a cargar la cruz a Jesús)

VI ESTACIÓN: Una mujer enjuaga el rostro de Jesús.
(La mujer se apiada de Jesús, y trata de acercarse a él)

MUJER:    Déjenme pasar, por favor.
        
CENTURIÓN: Déjala.
(Ella le limpia el rostro, y queda allí grabada la figura de Jesús. Lo muestra a la muchedumbre y grita:)
MUJER:    ¡Milagro, milagro!...
                   (Los soldados tratan de impedirle de que lo muestren y la sacan de allí)

VII  ESTACIÓN: Jesús cae por segunda vez.
(Jesús se cae y se levanta lentamente, y los soldados le golpean)

VIII ESTACIÓN: Jesús se encuentra a las piadosas mujeres de Jerusalén.
(Jesús dirigiéndose a las mujeres de Jerusalén, les dice:)

JESÚS:      Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos, porque si esto lo hacen con el leño verde, que no harán con el seco.

IX ESTACIÓN: Jesús cae por tercera vez.

X ESTACIÓN: Jesús es despojado de sus vestiduras.

XI  ESTACIÓN: Jesús es clavado en la cruz.

PRIMERA PALABRA:
(Tras los gritos de los judíos, los soldados miran a Jesús que comienza a moverse)

ANÁS:        Nazareno, tú que destruías el templo y lo reconstruirías en tres días, sálvate a ti mismo, si eres hijo de Dios; baja de la cruz y creeremos en ti

CAIFÁS:    Profeta milagrero, muere de una vez para que todo se acabe.
                   (Jesús gritando y levantando la cabeza dice:)

JESÚS:      Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.

SEGUNDA PALABRA:
                   (Dos ladrones que estaban de ambos lados intervienen)

GESTA:     ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.
                   (Dimas mirando a Gesta con reproche dice:)

DIMAS:     ¿No tienes temor de Dios, estando en el mismo castigo? Lo nuestro es justo porque recibimos el pago de lo que hicimos; pero este ningún delito ha cometido.  
                   (Mirando a Jesús dice:)
DIMAS:     Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino.

JESÚS:      En verdad, os digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.             

TERCERA PALABRA:
(Mirando a su madre dice:)

JESÚS:      Mujer, he aquí tu hijo.
                   (Luego mirando a Juan dice:)
JESÚS:      Hijo, he aquí a tu madre.
                  
CUARTA PALABRA:
(Levantando la cabeza da un fuerte grito:)

JESÚS:      ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?
        
ANAS:        Mirad está llamando a alias. Ja, ja, ja.
                  
SOLDADOS I: Esperemos si viene a salvarle.

QUINTA PALABRA:
(Mueve la cabeza muy agotado)

JESÚS:      ¡Tengo sed!
                   (Un soldado toma una lanza envuelta en un trapo y se la acerca a la boca)

SOLDADO II: Toma esto aliviará tu dolor.

SEXTA PALABRA:
(Jesús con voz agotada pero clara dice:)

JESÚS:      ¡Todo se ha cumplido!
                   (Vuelve a bajar la cara)

XII ESTACIÓN: Jesús muere en la cruz.

SÉPTIMA PALABRA:
(Levanta la cara, mirando hacia el cielo, con energía y voz fuerte dice:)

JESÚS:      ¡Padre mío en tus manos encomiendo mi espíritu!
(Inclina la cabeza en señal de muerte. Comienza los efectos de sonido, todas las personas se tiran al suelo)

CENTURIÓN: Verdaderamente este era hijo de Dios.
XIII ESTACIÓN: Jesús es bajado de la cruz.
(Jesús es bajado de la cruz y colocado el los brazos de su santísima Madre)

XIV ESTACIÓN: Jesús es sepultado.
(Jesús es colocado en el sepulcro, por José de Arimatea, quien pidió a Pilato para enterrar el cuerpo de Jesús)