PASIÓN,
MUERTE Y RESURRECIÓN DE JESUCRISTO
Elaborado
por: Bárbara Bello y Jenny Urquiola
PRIMERA
ESCENA: En el huerto de los Olivos
(Sale Jesús con los Apóstoles)
JESÚS: Sentaos aquí, mientras yo hago
oración.
(Jesús toma tres apóstoles: Pedro, Santiago y
Juan)
JESÚS: Siento en mi alma una tristeza
mortal, quedaos aquí y velad conmigo.
(Se adelanta, cae en Tierra y ora así:)
JESÚS: Padre mío, si es posible
aparta de mi este cáliz, pero que no se haga mi
voluntad sino la tuya.
(Vienes entonces a donde los discípulos y los
encuentra dormidos y les
dice:)
JESÚS: No habéis podido velar una
hora conmigo. Velad y orad para no caer en
tentación.
(Se aleja nuevamente a orar:)
JESÚS: Padre para ti todo es posible;
aparta de mí este cáliz, pero no se haga lo
que quiero yo, sino lo que quieras tú.
(Regresa donde los apóstoles los vuelve a
encontrar dormidos y les dice:)
JESÚS: Velad y orad alertas porque el
Espíritu está pronto pero la carne es débil.
(Regresa por tercera vez a su sitio de oración)
JESÚS: Padre para ti todo es posible;
aparta de mí este cáliz, pero no se haga lo
que quiero yo, sino lo que quieras tú.
(Viene entonces a donde sus apóstoles y les dice:)
JESÚS: Ahora ya podéis dormir y
descansar. Mirad, ha llegado la hora en que el
Hijo
del Hombre va a ser entregado en manos de pecadores.
¡Levantémonos!
¡Vamonos! Mirad que el que me va a entregar está
cerca.
(En ese instante Judas y los judíos llegan a la
entrada del huerto)
JUDAS: Esperad aquí, veré si es fácil
agarrarle, es peligroso y puede escaparse.
(Se adelanta y les hace señas con la mano para que
se acerquen y les
dice:)
JUDAS: Aquel a quien yo dé un beso,
ése es; prendedle.
(Se
acerca a donde está Jesús le besa y le dice:)
JUDAS: ¡Salve Maestro!
JESÚS: Judas, con un beso; entregas
al Hijo del Hombre.
(Se dirige a los demás)
JESÚS: ¿A quien buscáis?
TODOS: A Jesús de Nazareth.
JESÚS: ¡Yo soy!
(Los judíos retroceden asustados y algunos se
caen, Jesús pregunta
nuevamente)
JESÚS: Os he preguntado a quien
buscáis.
TODOS: A Jesús de Nazareth.
JESÚS: Os he dicho que yo soy.
JUDÍO
1: Prendedle.
(Se
acercan donde está Jesús y forcejean con los apóstoles, Pedro saca la
espada
y le da en el oído a uno de los judíos)
JESÚS: Pedro, vuelve la espada a la
vaina porque aquel que a hierro mata a hierro
muere. Si mi Padre no permitiera esto, me
defendería con los ángeles. Pero
si me buscáis a mí, dejad ir a estos.
JUDÍO
1: ¡Iros!
(Los apóstoles se marchan, los judíos empiezan a
amarrar a Jesús)
JESÚS: ¿Por qué me habéis venido a
prender como un ladrón?. Siempre estuve
predicando en el
templo y en las sinagogas. Pero era necesario que se me hiciera así, para que
se cumplan las escrituras.
JUDÍO
2: Amarrémosle bien y no perdamos más tiempo, el
pontífice espera.
(Salen con Jesús hacia la casa de Caifás y por el
trayecto le van diciendo:)
JUDÍO
1: Al fin caíste falso profeta.
JUDÍO
2: Ahora darás cuenta ante el Sanedrín.
JUDÍO
3: Y decía ser nuestro futuro Libertador.
MUJER
1: ¿Y a cuantas habéis engañado?
TODOS:
Muerte al Galileo, a la cruz el impostor.
JUDÍO
1: Ahora responderás a nuestros pontífices.
SEGUNDA
ESCENA: En casa de Caifás
(Llegan con Jesús a la casa de
Caifás)
(Entra Anas quien aparece por el fondo, observa a Jesús de arriba abajo
y
dice:)
ANAS: Al fin caíste profeta revolucionario,
ahora vas a dar cuenta de todas tus mentiras, a mí no me podrás engañar. Soy la
ley y la tradición, soy la voz
del Altísimo.
(Entra Caifás, levanta los brazos y se dirige al
pueblo:)
CAIFÁS: Pueblo de Dios. Estamos viviendo un momento
importante. Debemos juzgar los delitos de un impostor. Por eso quiero convocar
la sabiduría del pueblo.
ANAS:
Pueden dar comienzo a las declaraciones.
ARIMATEA:
Las
leyes no condenan a nadie sin justa razón. Sería una vergüenza que
nadie
defendiese a este hombre.
JUDÍO
1: Que sea justo o injusto ha de morir, porque no
guarda las leyes de nuestros
padres.
Quitémosle la vida.
JUDÍO
2: Echadle en la cárcel para siempre. Por haber
amotinado al pueblo es reo.
JUDÍO 3: Habla contra nosotros y denigra a los
fariseos. Es enemigo del consejo y de las santas leyes del pueblo.
JUDÍO 4: Desterremos a este hombre como seductor del
pueblo. Nos dispone contra Roma y es un peligro.
ANAS:
Galileo, ¿Qué dices acerca de tus
discípulos y de tu doctrina?
JESÚS: Siempre expuse mis doctrinas en publico.
Hablé en las sinagogas y en el templo. Nada he dicho a escondidas. ¿Por qué me
interrogáis a mí? ¿Por qué no interrogáis a los que me han oído?
(Un soldado le da una bofetada mientras le dice:)
SOLDADO:
Así
no se contesta al Sumo Sacerdote.
(Jesús le mira fijamente y le dice:)
JESÚS:
Si te he ofendido dime en qué, y sino, ¿Por
qué me pegas?
JUDÍO 1: Nosotros lo hemos oído decir: “Yo destruiré
este templo y en tres días lo reconstruiré”.
CAIFÁS:
¿No tienes nada que responder a estos cargos
que presentan contra ti?
(Ante el silencio de Jesús continua el Sumo
Pontífice:)
Como Sumo Sacerdote
y Autoridad Suprema del pueblo de Dios, te conjuro en nombre de Dios vivo a que
nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.
(Jesús guarda unos
instantes de silencio y reposadamente contesta:)
JESÚS: Tú lo has dicho. Más aún yo te digo que en
breve veréis al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Todopoderoso venir
sobre las nubes del cielo.
(Caifás con cara atónita, grita, mientras se rasga
la túnica:)
CAIFÁS: ¡Ha blasfemado…! ¿Qué necesidad tenemos ya de
testigos?... Acabáis de oír la blasfemia ¿Qué os parece?
TODOS:
Es reo de muerte, ha blasfemado. Reo de
muerte…
(Salen con Jesús hacia la casa de Caifás y por el
trayecto le van diciendo:)
CAIFÁS: Soldados, llevádselo a Pilato para que él
decida, si Herodes no le quiere condenar.
(Judas en ese
momento sale de entre la multitud y llega hasta la escena y dice:)
JUDAS: He pecado contra el cielo entregando a
muerte a un inocente, estas monedas me queman las manos. No las quiero.
CAIFÁS:
¿A nosotros qué? Eso es un asunto tuyo.
(Judas arroja las
monedas, algunos soldados se agachan a recogerlas y dice Caifás:)
CAIFÁS: Dejad, no es lícito echarlas al tesoro, porque es precio de sangre. Mejor compraremos
un terreno para cementerio de extranjeros.
(Volviéndose a Jesús ordena a sus soldados:)
CAIFÁS:
Llevadlo pronto a Herodes.
TERCERA
ESCENA: En casa de Herodes
(En el escenario
aparecen con túnicas, mantos y una corona sobre la cabeza del Rey Herodes
rodeado de cuatro mujeres y un judío. Los soldados de Caifás llegan a casa de
Herodes. El judío llega hasta su presencia y comienza el dialogo)
JUDÍO
1: Señor, traen preso a Jesús el carpintero de
Nazareth.
MUJER
1: Ese es el gran profeta de Nazareth.
MUJER
2: Dicen Que es in hombre bueno y hace
milagros.
(Herodes aparece
sentado en un trono, rodeado de las mujeres con una copa en la mano y riéndose
con sus cortesanas, dirigiéndose a Betsabeth, le dice:)
HERODES:
Betsabeth,
al fin vas a conocer en persona al que llaman profeta Galileo.
BETSABETH:
Señor,
ha de hacer algún prodigio ante nosotros para alcanzar la gracia
de mi señor.
HERODES:
Betsabeth,
al fin vas a conocer en persona al que llaman profeta Galileo.
BETSABETH:
Señor,
ha de hacer algún prodigio ante nosotros para alcanzar la gracia
de mi
Señor.
HERODES:
Nos
divertiremos un rato viendo las artes mágicas del Carpintero.
SEFORA: ¿Será cierto que ha curado a muchos enfermos y
que resucitó a un amigo de Betania?
HERODES:
Eso
ha de demostrarlo ante nosotros para que creamos en él.
(Jesús hace su aparición en escena con los
soldados judíos)
JUDÍO
1: Señor, gocemos un rato de la vana ignorancia
de los Galileos.
(Herodes observando
a Jesús, se acerca poco a poco a Jesús y mientras dice coloca una rodilla en
Tierra)
HERODES:
Al
fin llegaste a mi presencia profeta Nazareno. ¿Es cierto que procedes de
Galilea y eres hijo
del Carpintero…? ¿Es que se ha secado tu lengua ante la grandeza de mi trono…?
He oído hablar de tus famosos milagros, dicen que has curado enfermos y hasta
has resucitado a uno de tus amigos. ¿Qué me dices? Espero que hagas alguno de
tus prodigios para alcanzar mi gracia… Yo podría ser uno de los tuyos y seguir
tu doctrina. ¿Es cierto que te llaman Rey y Mesías, Libertador de Israel?
¿Dónde está tu corona y tus ejércitos? Yo no veo sino odio contra ti y gente
que te acusa… ¿Dónde están las personas que has curado?... Señora, traedme un
ánfora con agua para ver sus prodigios… Quiero librar vino santo Nazareno… ¿Qué
esperas? ¿Acaso quieres irritar a tu rey? ¿O es que estás loco? ¿No quieres que
te defienda de las leyes y de las iras de Sanedrín y del pueblo?
SEFORA: Señor, envíalo afuera y no perdamos más tiempo.
Está loco. No manches tus manos reales en él. Envíaselo a Pilato, que el
gobernador Romano se entienda con él y con los ancianos del consejo.
JUDÍO 1: ¡Señor, vístelo de loco, y envíaselo a Pilato!
Ahora tienes oportunidad de ganarte su amistad.
HERODES:
Vestidlo
con una túnica blanca y enviadlo a Pilato, que él decida la suerte
de
este loco Galileo.
(Le tira el trago por la cara. Despojan a Jesús de
su túnica y lo viste de
blanco
y le salen entre gritos e insultos dirigiéndose a la casa de Pilato)
PUEBLO: ¡Muera el Galileo! ¡A la cruz por impostor!
¡Acabemos con el enemigo de Roma! ¡Abajo el rey de miseria!
CUARTA
ESCENA: En casa de Poncio Pilato
(Llegan con Jesús,
dos soldados Romanos lo conducen hasta la escena. El Centurión al oír la
gritería del pueblo, aparece en escena y dice:)
CENTURIÓN:
¿Qué
queréis?
ANAS:
Queremos hablar con el gobernador.
CENTURIÓN:
Esperad.
(Se
va y luego aparece acompañado de Pilato)
PILATO:
¿Qué significa este tumulto?
CENTURIÓN:
Mi
Señor ellos os han traído al Mesías.
(Dirigiéndose al pueblo, Pilato dice:)
PILATO:
¿Para qué me presentáis a este hombre? ¿Qué
acusaciones traéis contra él?
CAIFÁS: Si no fuera un malhechor no te lo hubiéramos
traído: Este ha levantado al pueblo.
PUEBLO:
Crucifícalo, crucifícalo, crucifícalo.
ANAS: Nosotros tenemos una ley, según esa ley
debe morir. El se ha hecho pasar por Hijo de Dios y conforme a nuestras leyes
debe morir.
PUEBLO:
Crucifícalo, crucifícalo, crucifícalo… (BIS).
CAIFÁS: Este Nazareno se dice Rey de los Judíos y
Libertador del Pueblo. Está levantando el pueblo contra Roma y debe morir.
PUEBLO: Sí, debe morir. A la cruz el profeta de
Nazareth. Crucifícalo, crucifícalo, crucifícalo
(Pilato levanta la mano pidiendo silencio y dice:)
PILATO:
Le interrogaré para ver si encuentro delito
alguno para condenarle.
(Se dirige a Jesús con voz normal)
PILATO:
¿Hombre de qué te acusan? ¿Eres realmente el
rey de los judíos?
JESÚS:
¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho
otros de mí?
PILATO: ¿Acaso soy yo judío?... Tu gente y los
sacerdotes de tu pueblo te han entregado a mí pidiendo justicia. ¿Qué has
hecho?
JESÚS: Tú lo has dicho. Yo soy Rey, pero mi reino
no es de este mundo… Si mi reino fuera de este mundo, mis soldados me habrían
defendido para que no cayera en manos de los judíos. Pero… mi reino no es de
este mundo.
PILATO:
¿Tú eres Rey?
JESÚS: Yo soy Rey, para eso he nacido, para eso
estoy en este mundop; para dar testimonio de la verdad, y todo es que es de la
verdad escucha mi voz.
PILATO:
¿Y qué es la verdad?
(Jesús no responde. Pilato se dirige al pueblo
diciendo:)
PILATO: He interrogado a este hombre y no encuentro en
él delito alguno para crucificarlo.
PUEBLO: ¡Crucifícalo, crucifícalo, crucifícalo! Eres
reo de muerte. ¡A la cruz!
CAIFÁS: Te hemos dicho que es enemigo de Roma.
Amotina al pueblo enseñando doctrinas de liberación. Ha recorrido desde Galilea
hasta Judea, es un impostor.
PUEBLO: ¡Crucifícalo! ¡Si eres amigo del Cesar!
Nosotros no queremos otro rey que el Cesar.
(Pilato se dirige de nuevo a Jesús y le dice:)
PILATO:
¿No respondes nada? ¿No oyes
los cargos que presentan contra ti?
(Se dirige de nuevo al pueblo)
PILATO: Me habéis traído a este hombre alegando que
alborota al pueblo, yo le he interrogado y no encuentro en él delito alguno.
PUEBLO:
¡Crucifícalo, crucifícalo!
(Pilato dirigiéndose a los soldados dice:)
PILATO:
Guardias llévenlo y castíguenlo.
(Los soldados se
llevan a Jesús, lo atan a una columna y empiezan a azotarlo. Pilato se retira)
SOLDADO
1: Golpea
que harto trabajo nos dio con sus predicaciones.
SOLDADO
2: Si
es Rey debemos coronarle.
(Le coloca la corona haciendo una inclinación de
burla)
SOLDADO
3: Le
falta la púrpura y el centro, esperad.
(Vuelve con una caña, y un trozo de paño rojo, se
lo coloca y dice:)
SOLDADO
3: Ahora
si parece todo un rey.
(Le cubren la cabeza con un paño rojo y le
golpean)
SOLDADO
3: Si
eres profeta adivina quien te golpeo.
SOLDADOS:
Ja,
ja, ja.
CENTURIÓN: Basta ya, Roma a
castigado la rebelión, volvedlo al Gobernador.
(Los soldados
llevan a Jesús ante el pueblo que sigue gritando. Aparece Pilato y pide
silencio con la mano) (Toma del brazo a Jesús y se lo muestra al pueblo)
PILATO:
He aquí al hombre.
(El pueblo grita enfurecido:)
PUEBLO:
Crucifícalo, crucifícalo.
(Pilato extiende el brazo y pide silencio)
PILATO:
Centurión traedme de las mazmorras a Barrabas.
CLAUDIA:
Amado
mío, no te mezcles en estos asuntos de los judíos. Ellos tienen odio
contra este hombre,
él es justo. Yo he tenido un sueño esta noche y estoy muy nerviosa. Tengo
miedo, puedes condenar a un justo.
PRIMERA
ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerte
(El Centurión saludando con el
brazo en alto, en estilo romano dice:)
CENTURIÓN:
¡Ave
Poncio, el reo está en tu presencia!
(Pilato dirigiéndose al pueblo dice:)
PILATO: Noble pueblo de Judea, sabéis muy bien que es
costumbre vuestra que el gobernador de la libertad durante la pascua a uno de
los presos del pueblo. Pues bien sabéis que en las mazmorras está un temible
asesino, Barrabas.
(Lo empujan unos soldados y dice Pilato:)
PILATO: Aquí lo tenéis ¿A quien queréis que os suelte?
¿A Jesús llamado el Rey de los Judíos ó a Barrabas?
PUEBLO:
¡A Barrabas, a Barrabas, suéltanos a Barrabas!
PILATO:
¿Y qué hago con el Rey de los Judíos?
PUEBLO:
Crucifícalo, crucifícalo.
PILATO:
¿Pero qué mal ha hecho este hombre?
CAIFÁS: Si sueltas a ese hombre no eres amigo del
César. Todo el que se declare rey es enemigo del Cesar y nosotros no queremos
más rey que el Cesar.
PILATO:
Yo no puedo crucificarlo porque no encuentro
en él delito alguno.
CAIFÁS: Nosotros tenemos una ley y según esa ley debe
morir, porque se ha hecho llamar Hijo de Dios.
(Pilato dirigiéndose a Jesús le dice:)
PILATO:
¿Qué dices a todo esto? si encuentro delito
alguno para condenarle.
(Jesús permanece con la vista bajada sin
contestar)
PILATO: ¿A mí no me contestas? ¿No sabes que tengo
autoridad para liberarte o para condenarte?
JESÚS:
Ninguna autoridad tuvieses sobre mí, sino
se te hubiese dado de lo alto. Pero te digo que quien tiene mayor pecado es
quien me entregó a ti.
(Pilato se dirige al pueblo y levante la mano)
PILATO:
Aquí tenéis a vuestro Rey.
(Luego el pueblo grita sin cesar)
PUEBLO:
Crucifícalo, crucifícalo
PILATO:
A vuestro rey he de crucificar.
CAIFÁS:
Nosotros no reconocemos más rey que el Cesar.
PILATO:
Soldados, soltad a Barrabas.
(El pueblo sigue gritando:)
PUEBLO:
Crucifícalo, crucifícalo.
(Pilato le dice algo
al Centurión, luego aparece un soldado con una jofaina y un paño, levanta las
manos y grita:)
PILATO:
Soy inocente de la sangre de este justo.
(Se lava las manos y continúa diciendo:)
PILATO:
Allá vosotros y vuestras leyes.
(Mientras el pueblo grita sin cesar)
PUEBLO:
Crucifícalo, crucifícalo. (BIS)
PILATO:
¿A vuestro rey he de crucificar?
CAIFÁS:
Nosotros no reconocemos más rey que el Cesar.
(Se dirige a Jesús con voz normal)
PILATO:
Soldados, soltad a Barrabas.
(El pueblo sigue gritando)
PUEBLO:
Crucifícalo, Jesús debe morir, crucifícalo.
(BIS)
(Pilato le dice
algo al Centurión en secreto, luego aparece un soldado con una jofaina y un
paño, levante la mano y grita)
PILATO:
Soy inocente de la sangre de este justo.
(Levanta las manos y continúa diciendo:)
PILATO:
Allá vosotros y vuestras leyes.
ANÁS:
Que su sangre caiga sobre nosotros y
sobre nuestros hijos.
(Los soldados se llevan a Jesús, maltratándolo,
gritándole, etc…)
II
ESTACIÓN: Jesús es cargado con el peso de la cruz.
(Se le coloca a Jesús la cruz
para que la cargue)
III
ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez.
(Jesús tiene una caída leve,
se levanta pronto)
IV
ESTACIÓN: Jesús encuentra a su madre.
(Maria entra corriendo en el
cerco mientras dice:)
MARÍA: Dejadme es mi hijo y es inocente, como es
posible que así le paguen, él no hizo más que bien a todos
V
ESTACIÓN: El cireneo ayudar a cargar la cruz a Jesús.
CENTURIÓN:
Soldado,
llama aquel hombre para que ayude al reo a cargar la cruz ante
de
que fallezca.
(El soldado toma a
Simón y lo introduce al cerco, haciendo que ayude a cargar la cruz a Jesús)
VI
ESTACIÓN: Una mujer enjuaga el rostro de Jesús.
(La mujer se apiada de Jesús,
y trata de acercarse a él)
MUJER:
Déjenme pasar, por favor.
CENTURIÓN:
Déjala.
(Ella le limpia el
rostro, y queda allí grabada la figura de Jesús. Lo muestra a la muchedumbre y
grita:)
MUJER:
¡Milagro, milagro!...
(Los soldados tratan de impedirle de que lo
muestren y la sacan de allí)
VII ESTACIÓN: Jesús cae por segunda vez.
(Jesús se cae y se levanta
lentamente, y los soldados le golpean)
VIII
ESTACIÓN: Jesús se encuentra a las piadosas mujeres de Jerusalén.
(Jesús dirigiéndose a las
mujeres de Jerusalén, les dice:)
JESÚS: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí,
lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos, porque si esto lo hacen con
el leño verde, que no harán con el seco.
IX
ESTACIÓN: Jesús cae por tercera vez.
X
ESTACIÓN: Jesús es despojado de sus vestiduras.
XI ESTACIÓN: Jesús es clavado en la cruz.
PRIMERA
PALABRA:
(Tras los gritos de los
judíos, los soldados miran a Jesús que comienza a moverse)
ANÁS: Nazareno, tú que destruías el templo y lo
reconstruirías en tres días, sálvate a ti mismo, si eres hijo de Dios; baja de
la cruz y creeremos en ti
CAIFÁS:
Profeta milagrero, muere de una vez para que
todo se acabe.
(Jesús gritando y levantando la cabeza dice:)
JESÚS:
Padre perdónalos porque no saben lo que
hacen.
SEGUNDA
PALABRA:
(Dos ladrones que estaban de ambos lados
intervienen)
GESTA:
¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y
a nosotros.
(Dimas mirando a Gesta con reproche dice:)
DIMAS: ¿No tienes temor de Dios, estando en el
mismo castigo? Lo nuestro es justo porque recibimos el pago de lo que hicimos;
pero este ningún delito ha cometido.
(Mirando a Jesús dice:)
DIMAS:
Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu
reino.
JESÚS:
En verdad, os digo que hoy mismo estarás
conmigo en el paraíso.
TERCERA
PALABRA:
(Mirando a su madre dice:)
JESÚS:
Mujer, he aquí tu hijo.
(Luego mirando a Juan dice:)
JESÚS:
Hijo, he aquí a tu madre.
CUARTA
PALABRA:
(Levantando la cabeza da un
fuerte grito:)
JESÚS:
¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has
abandonado?
ANAS:
Mirad está llamando a alias. Ja, ja, ja.
SOLDADOS
I: Esperemos
si viene a salvarle.
QUINTA
PALABRA:
(Mueve la cabeza muy agotado)
JESÚS:
¡Tengo sed!
(Un soldado toma una lanza envuelta en un trapo y
se la acerca a la boca)
SOLDADO
II: Toma
esto aliviará tu dolor.
SEXTA
PALABRA:
(Jesús con voz agotada pero
clara dice:)
JESÚS:
¡Todo se ha cumplido!
(Vuelve a bajar la cara)
XII
ESTACIÓN: Jesús muere en la cruz.
SÉPTIMA
PALABRA:
(Levanta la cara, mirando
hacia el cielo, con energía y voz fuerte dice:)
JESÚS:
¡Padre mío en tus manos encomiendo mi
espíritu!
(Inclina la cabeza
en señal de muerte. Comienza los efectos de sonido, todas las personas se tiran
al suelo)
CENTURIÓN:
Verdaderamente
este era hijo de Dios.
XIII
ESTACIÓN: Jesús es bajado de la cruz.
(Jesús es bajado de la cruz y
colocado el los brazos de su santísima Madre)
XIV
ESTACIÓN: Jesús es sepultado.
(Jesús es colocado en el
sepulcro, por José de Arimatea, quien pidió a Pilato para enterrar el cuerpo de
Jesús)