EL KIOSKO
Autor: José Luis Marqués Lledó
Personajes
por orden de aparición
11 niñas y 3
niños
Candelas
D. Anselmo
Hortensia
Mª Luisa
Juan
Susana
Clarita
Cristóbal
Mª de la Encarnación
Dolores
Laura
Asunción
Celeste
Esperanza
Niño
Un kiosco de
periódicos en un barrio cualquiera de Sevilla. Candelas, la kiosquera está abriendo el negocio y quitando el polvo
mientras coloca los periódicos, las revistas, los tebeos y demás chismes de un
kiosco .Mientras canturrea esta copla :
** LA
ZARZAMORA **
(Pasodoble)
En el café de Levante entre palmas y alegrías,
cantaba la zarzamora; se lo pusieron de mote porque dicen que tenía los ojos como la mora.
Candelas.- Han
visto Ustedes lo contenta que estoy por las mañanas, y tengo motivos pa estar
alegre. Estoy alegre por este Kiosquito que ma concedío el Ayuntamiento, si
señores. Yo soy viuda y cuando murió mi marío “que en gloria esté”, me quedé sin
un real, porque Agapito era muy bueno, pero se lo gastaba to en la taberna,
así que me dejó con una mano alante y otra atrás. No, no señores, no estoy
contenta porque se me muriera mi Agapito, sino porque una ha batallao y
batallao, hasta conseguir esto.. Ahora les cuento mientras coloco los
cachivaches de mi kiosquito, que ya no sabe una donde ponerlos ¡Osú María y
José!
Le hablo primero a un tratante, y olé,
y luego fue de un Marqués que la lleno de brillantes, y olé, de la cabeza a los pies. Decía la gente que si era de hielo, que si de los hombres se estaba burlando, hasta que una noche, con rabia de celos, a la zarzamora pillaron llorando. ¿Que tiene la zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones, ella que siempre reía y presumía de que partía los corazones? De un querer hizo la prueba y un cariño conoció que la trae y que la lleva por la calle del dolor. Los flamencos del colmado la vigilan a deshora porque se han empestillado en saber del querer desgraciado que embrujo a la zarzamora.
Candelas.- Yo
solita, yo solita me he conseguío, to lo que tengo, que es poca cosa, dicho
sea de paso, pero a mí me basta y me sobra. Yo he ido de departamento en
departamento, de negociao en negociao, de asistente sosial, en asistente
sosial. Unos me han cerrao las puertas , otros me las han abierto de “par en
par”, hasta que llegué a D. Pascual Miravalles Garsía (Recalcando el
nombre) ; un santo., se lo digo yo. Consejal del Ayuntamiento de Sevilla,
pero un Señor Consejal, no como los otros; éste sí se interesa por las clases
humildes.
(Sigue
canturreando
Cuando
Sonaban las doce una copla de agonía
lloraba la zarzamora, mas nadie daba razones ni el intríngulis sabía de aquella pena traidora. Pero una noche al levante, y olé, fue a buscarla una mujer; cuando la tuvo delante, y olé, se dijeron no se que. De aquello que hablaron ninguno ha sabido mas la zarzamora lo dijo llorando en una coplilla que pronto ha corrido y que ya la gente la va publicando.
Candelas.- Allá
que me presenté, yo sola en el despacho de D. Pascual; la secretaría no me
quería dejar pasar naturalmente, y
entre, lloriqueos, lágrimas y suspiros, se abrió aquella puerta, y allí
estaba él: alto, moreno, bien paresío, elegante, simpático, cautivador ,
atento, gentil, bueno que les voy yo a desir a ustedes. Me pasó a su despacho
, me colmó de atensiones y me escuchó como antes nadie me había escuchao. Yo
naturalmente, le enseñé la foto de mi marío, le dije que era el hombre más
bueno y honrao que había existido, que yo vivía estupendamente con él, que no
me faltaba de na y que su muerte me había destrozao la vía... bueno , y
...la alcancía... y me eché a llorar, y lloré, y lloré y di un hipío, y otro y después otro. Hice
que perdía el sentío y él solícito me dio a oler un frasco de sales
aromáticas, y por fin entre unas cosas y otras, salí de allí con el permiso
conseguío, y aquí está el resultao. ¡¡Qué el que no llora no mama!! Y yo
solita. Si mi Agapito levantara la cabeza, que no me dejaba nunca tomar
decisiones , y viera esto, se moriría otra vez del susto. Pues que se
fastidie que esto es mío y sólo mío. (Candelas sigue canturreando “
Lleva anillo de casado, me vinieron a decir, pero ya lo había besado y era tarde para mi. Que publiquen mi pecado y el pesar que me devora y que todos me den de lado al saber del querer desgraciado que embrujo a la zarzamora.
Candelas.- Verán
Ustés, ya va pa sinco años que tengo este kiosco y ya me conozco la vía y
milagros de toos los vesinos de este barrio; les puedo desir a la hora que
viene ca uno al kiosco, cuales son sus ideas políticas, me se de memoria sus
chascarrillos, se quien se lleva mal con quién, quien se casa, quién se
separa, quién va a tener un niño, a quién han echao del trabajo, en fin, too.
Pero yo siempre tengo una palabra bonita pa cada cual, una palabra de ánimo,
de consuelo, de enhorabuena y ellos me lo agradesen ¿Qué trabajo cuesta eso?
Y así mi negosio va viento en popa. Verán ahora a las nueve menos diez
minutos vendrá D.Anselmo , un funsionario jubilao que to los días compra su
periódico y una bolsita de alpiste pa las palomas. Miren por allí viene. Es
puntual como el carillón de Córdoba.
D.Anselmo.-
Buenos días Candelita, presiosa
Candelas.- Buenos días, D. Anselmo, ¿Lo mismo de
siempre, verdá?
D.Anselmo.- Así
es , Candelitas, dame mi ABC y la ración de alpiste, que mis palomas y mis
pajaritos me estarán esperando como agua de Mayo y además con la buena mañana
que hase , en el Parque de María Luisa se tiene que estar muy bien.
Candelas.- Pero
abríguese D.Anselmo, que luse el sol,
pero la mañana está fresquita y usté con su reuma no debe coger frío.
D.Anselmo.- ¡Ay
hija! Y que lo digas , que cada vez tie uno peor las bisagras. Hoy me he levantao
con un dolor de rodillas que ya, ya.
Candelas.- Ande,
ande, no se queje que está usted todavía pa partir corasones , nadie le diría
la edad que tiene.
D.Anselmo (Estirándose
todo lo que puede) ¿De veras Candelita, tú crees que estoy todavía de buen
ver?
Candelas.- Pues
claro, D. Anselmo, pues claro , Vamos que yo porque le guardo el luto a mi
marío, si no yo misma le diría algún piropo.
D.Anselmo.- ¡Qué
guasona eres Candelitas! No, yo te lo digo porque hay una señora en el
parque, que también le lleva comida a los pajarillos, que está de muy buen
ver. Sólo tiene 75 años, es muy educada y ya me ha tirao alguna que otra
indirecta: qué si vive sóla, que que mala es la soledad, que cómo vivo yo
sólo sin una mujer que me atienda. Y yo, claro, me he hecho el distraido,
pero he cogío la indirecta
Candelas.- ¡Pues
adelante, D. Anselmo, no se lo piense que la vida es muy bonita
D. Anselmo.- Toma
Candelas, 1,80, ¡Qué pases una buena mañana!
Candelas.- ¡Vaya
Usted con Dios! D.Anselmo . Qué cándido , Mira va como un chaval de 20 años.
No hay cosa más bonita que desirle una frase amable y cariñosa a los ansianos
¿Y que trabajo nos cuesta? (Sigue colocando cosas en el kiosco)
(Entran en escena Mª Luisa y Hortensia. Se paran a charlar
delante del kiosco)
Mª Luisa: ... Y
me dise el jardinero, con una grasia que no se pue aguantá : Otra vez cuado
pases por este jardín, ¡Morena! avisa
con tiempo a los rosales mujer, que se me mueren toas las rosas de envidia.
Claro, que te voy a desí ; ver a aquel hombre chequetillo, desgarbao y
sesentón, desir esas cosas tan bonitas a una mujer, solamente pasa aquí en
este Sevilla de mi alma. Naturalmente yo me hise la estirá, pero me iba
partiendo de risa.
Hortensia: (Riéndose)
Es verdá, aquí los hombres tienen una grasia especial .El otro día iba yo por
la calle Villegas a salir a
Mª Luisa: (A
carcajada limpia) Y un guasón el otro día en la calle Cabeza del Rey Don
Pedro, a la verita
Hortensia: (Riéndose
a mandíbula batiente) Y lo optimista que somos. No nos entristese na,
aquí hay poca gente con depresión. Pues yo no sé si sería el mismo que tu
dises porque me lo encontré en la calle Sales y Ferré que está allí al lao ,
mira: jorobao, contrahecho con una muleta en ca braso, era un cromo y el
gachó iba cantando aquello de: grasias a la vía que ma ha dado tanto,
grasias a la vía y por eso canto... Mira la gente se tenía que poné una
mano en la boca pa no echá la carcajá, y no pa reirse de él (Dios me
libre, pobresito) , sino por la ocurrencia; se pue aguantá mejor humor y
más optimismo.
Mª Luisa: Los sevillanos somos así. El otro día iba
por la calle Sierpes un borrachín que iba dando tumbos de un lao a otro, los
viandantes, claro, se apartaban pa dejarle pasar y ya le para un monicipal y
le dise : váyase pa su casa amigo, que va Ud dando más giros que curvas tiene
la serranía de Ronda. Y le dise el beodo, ¿insinúan Sr monisipa, que estoy
bebido? Pues sepa Ud que yo no bebo
por prescrisión facultativa y que como llevo un día sin beber pues he entrao
en ese bar pa celebrarlo, ¿He cometío algún delito?.
Las dos.- ( Nueva
carcajada )
Candelas.- Ya
veo, ya, que os estáis partiendo de risa ¿Acaso hay algún chisme nuevo que yo
desconozca?
Mª Luisa: ¡Qué va! Estamos riéndonos del ángel que
tienen los sevillanos, que no se pue aguantá.
Candelas.- ¡Ah!
En eso somos únicos. Aquí en el
kiosco, se ven muchas cosas de too tipo y algunas mu grasiosas. La otra tarde
se aserca un turista chapurreando el español y le dise a una señora que
estaba comprando el periódico: .¿Poder
decir Vd, donde quedar
Hortensia.- Bueno, chicas que yo tengo mucho que haser
y a las dos y media tengo que tener la comía pa mi marío que viene de
trabajá.
Candelas.- Sí,
sí, ya veo que tenéis mucha prisa las dos y lleváis delante el kiosco una
hora y media dándole al palique.
Hortensia.-
¡Hombre! De arguna manera se tie una que expansioná ¿no te parese?
Mª Luisa .- Yo como no tengo esas atauras, me pudo
permitir el salir a paseá todo cuanto quiera. El matrimonio es una esclavitú.
Anda dame la revista de cotilleo, haber que ha pasao por fín con el
pretendiente de Terelu Campos, que me tiene en ascuas.
Hortensia.- Es
que a las mujeres nos gusta el “morbo” , no hay más que ver que vendes más
revistas que periódicos.
Candelas.- ¡Ojo!
No te pases que las revistas del corazón las compran las mujeres pero luego
las leen también los hombres, que lo sé de buena tinta.
Las dos.-
Bueno, nos vamos , que se te de bien hoy Candelitas.
Candelas.-
Grasias y que ustedes lo vean. (Comentando para sí) ¡Vaya dos!, estas
no tienen preocupaciones, se ríen de la vida misma. ¡Qué humor!
Juan.- ¿Dónde hay una maseta pa plantar esta
flor? ¿Adónde está el escultor que ha diseñao este rostro? Díganme donde
está el poeta que ha escrito este
bello poema ¿Dónde se han metío? Ésta es la mujer más bonita de toa Sevilla.
Candelas.-
Uyuyui , que zalamero vienes Juan, algo me vas a pedir, seguro.
Juan.- ¿Yo?
Qué mal pensá eres Candelitas, Yo sólo te pediría a ti... en matrimonio, pero
tú te niegas.
Candelas.- Con
que en matrimonio ¡eh! ¿Ya te has
gastao los veinte euros que te presté ayer, pa no se que negosio?... ¿Y los
diez, que te dejé anteayer porque no tenías suerto?...
Juan.-
¡Hombre Candelitas! No me fastidies, un negosio fallido lo tie cualquiera,
pero cuando yo digo que te lo devuelvo es que te lo devuelvo y además ahora
mismo, ¡fíjate! (Se echa la mano a la cartera)... Y digo yo veinte y
diez son treinta ¿no?. Mira vamos a haser una cosa pa redondeá. Como tengo
que ir a la plasa a comprar y no me quiero quear sin dinero, tu me das un
billete de sincuenta euros, yo te doy estos treinta que llevo aquí y es como
si te pagara y tú me prestaras sólo veinte ¿Qué te parese?
Candelas.- ¿Que
qué me parese? ¡Qué eres un sirvengüensa! Eso me parese ¿Pero tú te has creío
que yo soy tonta?
Juan.- ¡Qué
mal pensá eres Candelita de mi corazón ! Si tú eres pa mi lo primero como
dise el cantá, como te voy a engañar yo a ti; lo que pasa es que últimamente
no me sale na bien, por mucho empeño que le ponga, y estoy desesperao, pero
nunca engañaría yo a la dueña de mi corasón. (Poniendo voz compungida)
Candelas.- ¡Anda
salamero! Toma veinte euros y empléalos bien ¡eh que ya no te dejo ni una
gorda más
Juan.- ¡Dios
te lo pague mujé ! Qué vendas to la prensa y tos los cachivaches en un
santiamén y que como er cuento e la lechera, te pueas comprar una tienda y
después unos almacenes y después...
Candelas.- Anda,
anda y que como er cuento e la lechera, se me caiga er cántaro y adios,
almacenes, adios, tienda y adios kiosco que es lo único que tengo.
Juan.- (marchándose)
Adios Candelas, no te pongas así mujé. Bueno, me voy, que los negosios no
esperan y además tú no estás de humor.
Candelas.- (Hablando
en voz alta, consigo misma) ¡Qué los negosios no esperan ! ¡Qué los
negosios no esperan! Er que no esperas es él ar trabajo, éste ve un pico y
una pala, y dise que no lo toca porque tien la gripe aviar. (pausa).
Pero en fin me da pena el pobresillo.
Susana.-¡Hola
guapa! Dame el periódico y el fásiculo de coches antiguos, su historia y su
montaje, que es la colesión de este año de mi marío, que tos los años empiesa
alguna y no termina ninguna.
Candelas.-Como
la mayoría. Toma tu fascículo y en esa bolsita va una de las dos ruedas
delanteras; que no se te pierda.
Susana.- A
este ritmo le va a salir más caro el Ford T, de 1921 que si se comprara la
giralda por piesas.
Candelas.- Por
sierto, sabes algo de Matilde, hase mucho que no viene por aquí. ¿ se habrá
casao?
Susana.- ¡Ah!
, ¿pero no lo sabes? Se casó por fin
con Juanito el madrileño. Ha tenío mucha suerte, Juanito es un buen muchacho
y con un buen ofisio, es na menos que oficial fontanero.
Candelas.-
¡Hombre qué bien! ¿Fontanero? Entonses tiene la vía resuelta. ¡Total no ganan
na!
Susana.- ¿Qué
si ganan? Yo el otro día llamé a uno para que me arreglara un “chisperito”
del desagüe de la cosina; me lo arregló en sinco minutos y cuando le digo que
le debo me dise: Poca cosa paisana,
veinte euros de la visita, localizar la avería seis euros, restañar y
soldar doce euros, total, 44,08 Euros, y no le cobro el IVA. Hombre, muchas
grasias, casi sincuenta euros por arreglar un “chisperito” de na. Fíjate si
llega a ser algo.
(Llegan Clarita y Cristóbal)
Clarita.- Muy buenos
días tengan ustedes.
Cristóbal.- Muy
buenos días
Candelas y Susana.-
Buenos días.
Clarita.- Y
verdá que hase un buen día, una buena mañanita pa pasear, por eso le he dicho al señor
Cristóbal: Vamos a por el periódico y después nos vamos a dar un paseíto por
Cristóbal.- Por
sierto, que les he oído a ustedes hablar de lo caros que son los fontaneros.
¿Y que me dise de los mecánicos? Esos si que te cobran hasta por sonreír y yo
debo sonreír mucho.
Clarita.- Yo de
eso no entiendo, pero creo que ser mecánico trae más cuenta que estudiar pa
ingeniero industrial.
Susana.- Toma,
como que yo le he dicho a mi hijo. Cuando termines la escuela te voy a
apuntar a una escuela de artes y oficios pa que estudies pa mecánico y ya
tienes la vida resuelta hijo.
Cristóbal.- La
semana pasada llevé el coche a que me hisieran una revisión rutinaria, de
esas que te recomiendan las casas cuando compras un coche. El coche está
nuevo, lo compre hase seis meses y yo creí que entraba en el presio y que me
lo harían gratis.
Candelas.- ¿Y se
lo cobraron.?
Cristóbal.- ¿Qué
si me lo cobraron? Mirar, por aquí tengo la factura (Saca la factura del
bolsillo y la lee en voz alta)
Factura
Revisar sistema de frenos................. 50 Euros
Revisar líquidos............................30 “
Revisar Niveles.............................40 “
Revisión y reglaje de luces............30 “
Comprobar salida de humos..........60 “
Comprobar motor por ordenador......40
“
Mano de
obra.................................... 90
“
_______
TOTAL
340 “
IVA
16%
54,4
__________
TOTAL A
PAGAR 394,4
Menos mal que era una
revisión rutinaria porque si no les regalo el coche. Toma como que les dije:
Oiga, ahí irá incluida la cuota de este mes ¿no?
Susana.-Yo
no sé adonde vamos a ir a parar como se está poniendo la vida. Antes iba una
al mercao y hasía la compra con 2000 pesetas y ahora con esto de los euros
dichosos, te dejas 50 euros y paese que te han dao to de balde y cuando
descubres que tas dejao más de 8000 pesetas te echas a temblar.
Clarita.-
Y que lo diga, como que yo no me aclaro aún con lo de los euros y cuando me
disen tantos euros pues yo me creo siempre que es una ganga. La otra tarde
fuimos, una amiga y yo, a merendar a una cafetería. Nos tomamos dos
chocolatitos con una rasión de calentitos, y cuando pido la cuenta, me dise
la chica, seis euros y voy yo, tan inosente y le digo ¿na más?¿No te habrás
equivocao? Claro la chica se echó a reír y me dise: mujer, si quiere le cobro
más, pero eso es lo que vale. Tonta de mí que estaba pagando 1000 pesetas y
no me había dao ni cuenta.
Cristóbal.-
Bueno Candelas, dame mi periódico que me marcho pitando a mis obligaciones.
Con Dios señoras.
Candelas.-
Toma Cristóbal, aquí tienes El País y un suplemento de Siensia y Naturalesa
que trae esta semana. A este paso los periódicos, en vez de ser periódicos
van a ser
Cristóbal.-
Y que lo digas, que dentro de poco vamos a tener que venir a por la prensa
con un puñao de porteadores. Toma el importe Candelas, te lo doy justo ¡Qué
lo pases bien mi arma!
Candelas.-
Lo mismo te digo Cristóbal, lo mismo te digo… ¡Qué buena gente! Aquí, donde
le ven, ha enviudao tres veses, le duran las esposas menos que una gamba en
la boca un tiburón. Cuando pretende a alguna mosuela y le tira los tejos,
ella sale corriendo como alma que lleva el diablo. Cualquiera le tienta.
Mª de
Candelas.-
Mª de
Mª de
Candelas.-
¡Cuente, cuente! Me muero por los cotilleos.
Dolores.-
Lo he escuchao to y no me lo quiero perder! Cuente usté Dña Encarnación, que
yo después contaré los míos, que yo también se unos cuantos.
Candelas.-¡Paresen
ustedes la gasetilla del Norte!
Mª de
Candelas
y dolores.- ¡No me lo puedo creer!
Mª de
Dolores.- ¡Pero si se llevaban como el perro y el gato!
¿Quién la fuente de información?¿Seguro que no es una traca?
Mª de
Las dos.- Por supuesto, Mª de
Dolores (Poniendo
cara de cotilleo) .- Bueno y cuente,
cuente ¿Cómo ha sío eso?
Mª de
Candelas.- Que cosas tiene la vida, me acuerdo una pelea
que tuvieron a las puertas de su casa Rosita y la madre de Paco y las cosas
que se dijeron.
Dolores.- ¡Qué usted es una cotilla! Pues mira quien fue
hablar so lenguarona, y usted es un tapón de botella , y tú medio metro de
sinta aislante, y usted parese una pastilla de jabón lagarto y tú.... Y no sé
cuantas cosas más se dijeron.
Mª de
Candelas.- Si es lo que yo digo: pa cuatro días que vive
una, que nesesidad tenemos de pelear los unos con los otros, si en un cambio
de aire a lo mejor estamos hasta emparentaos.
Dolores.- Si no hay que ver más que a los políticos, que
se están poniendo de ropa e perejil, que paece enteramente que son perros de
presa y en cuanto termina la sesión los ves a partir un piñón.
Mª de
Dolores.- Como que tenían que poner dos rombos cuando hay
temas de política en la tele.
Candelas.- Es que es lo que digo yo. Podían desirse las
cosas con respeto y buenos modos y así los siudadanos no tendríamos excusa pa
pelearnos entre nosotros.
Dolores.- Bueno les desía yo que también tenía noticias
frescas ¿verdad? Pues las tengo, las tengo.
Candelas.- Somos todo oídos.
Dolores.- Bueno, yo más que cotilleos os voy a contar
unas cuantas anécdotas de los vesinos de mi casa, que son únicos. ¿Conocéis a
Las dos.- Sí claro.
Dolores.- La mujer no ve tres en un burro. Total que como
han abierto una óptica nueva en el barrio, pues allá que se escampó
Todas.- (Sueltan
una sonora carcajada)
Mª de
Todas.-(Nueva
carcajada)
Dolores.- Y otro dos vesinos, que se las dan de curtos. Le
dise uno al otro ¡Oye quillo! ¿Cómo se dise uno en inglés? Uan, dise: ¡Anda
como mi primo!
Todas.- (Otra
carcajada)
Candelas.- Pero que guasonas sois las dos.
Mª de
Todas.- (Nueva
risotada)
Dolores.- ¿Habéis visto que el barrio está llena de
sanjas? Este alcalde se ha propuesto dejar Sevilla como un queso de Gruyere.
Pues el otro día no me podía aguantar de la risa. Había una sanja mu profunda
y dentro de ella había un obrero y le estaba disiendo al que estaba fuera :
¡Pepe isamé! A lo que el de fuera que era un poco sordo le contestaba: ¿Qué
me ises? ¡Que me ises! Contesta el de abajo. ¡Ah creí que me desías algo.
Todas.- (Otra
carcajada)
Mª de
Dolores.-¡Es verdad! ¡Qué barbaridad! Candelitas, dame el
periódico que me marchó escapá.
Candelas.- ¡Vaya par de guasonas! Toma Dolores, haber si
lo pierdes por el camino , que yo ya te lo he dao.
Dolores.- No, el periódico es para mí, antes que el pan.
¡Con Dios!¡Qué lo pasen ustedes mu bien!
Mª
de
Candelas.- Aquí tienes, No te la vayas a leer toa de
golpe, deja algo pa mañana.
Mª
de
(Asunción, Laura y Celeste, tres
vecinas del barrio que están discutiendo sobre los planes del Sr Alcalde)
Asunción.- Os digo que es una vergüenza como tiene este
Alcalde, las calles de Sevilla, toas levantás.
Celeste.- ¡Qué exagerá! Toavía le queda el barrio Santa
Cruz, mujé. (risa irónica)
Laura.- Hombre yo creo, que cuando lo acabe nos vamos a
alegrar porque va a dejar Sevilla de rechupete; vamos a ser la envidia de toa
España. (Nueva risotada)
Asunción.- Sí, es posible, pero nosotras lo veremos desde
el asilo, mejor dicho, no lo veremos, nos lo contarán, si es que vienen a
vernos, que esa es otra.
Celeste.-¡Hombre, yo creo que sí!
Asunción.- No sé, no sé, que de todo hay, pero bueno,
hablemos de cosas más alegres chiquillas. ¿Qué os parese cómo va mi Betis del
arma?
Celeste.- ¿Como va a ir? Como os merecéis, si no dais una
patá a un bote, no como mi Sevilla, que ya ves, aspirando a jugar la
champión, y es que tenemos unos jugadores que ya los quisiera el Real Madrid,
con to su golpe de Galácticos.
Asunción.- ¡Ah, amiga!, Ya no me acordaba yo, que tu eras
del Sevilla y del Señor del Nido, ese, que ca vez que habla, de seis palabras
mete la pata en sinco.
Celeste.- ¡Pero que dises! Vas a comparar tú al Sr Lopera
con el Sr del Nido, El Sr del Nido es todo un Sr: prudente, sosegao, nunca
arremete con nadie, hombre no compares.
Laura.- Yo opino que...
Celeste.- Tú no opinas ná, ésta es una forofa
impresentable que no sabe na de fútbol y to lo tiene que criticar.
Laura.- Pero es que el domingo pasao...
Asunción.- Ni domingo pasao, ni na, hombre, que Laura es
una lenguarona de tres al cuarto que habla lo que oye y na más.
Laura.- Pero si yo lo que digo es ...
Celeste.- ¡Tú aquí no dises na! ¡Qué esto es entre esta y
yo! ¿Vas a comparar na der Betis con el Sevilla? Nuestro estadio, el estadio
del Sevilla es el estadio más bonito de toa España, Er Ramón Sánchez Pizjuan.
Lo vas tú a comparar con esa cafetera llamada “Estadio Ruiz de Lopera”, que
además se lo ha otorgao vuestro presidente como si fuera suyo? Vamos que ni
harta vino.
Asunción.- Tú lo que eres, es una envidiosa que crees que
lo tuyo es mejor que lo de los demás (Haciendo muecas de burla) , que si tu hijo ha hecho la mejor carrera, que
si se ha colocao en una empresa de director gerente...
Laura.- Digo yo que...
Celeste.- ¡Digo yo, digo yo! ¿Tú que vas a decir de esta
envidiosa? Que llama envidiosas a las demás cuando es a ella a quien la
corroe. En cuanto te compras algo nuevo, ya está criticando, incluso a ti,
Laura, cuando te compraste el chaquetón de garras, o bueno que paresía de
garras…
Laura.- Era de garras, pero...
Asunción- Tú si que la criticaste cuando su boda: ¡que si
vaya entrantes, que el lugar del convite era mu feo, que...
Celeste.- Mentirosa, que eres una mentirosa, te voy a dar
una bofetá que...
Asunción.- Tú a mi, yo te voy a arrancar los cuatro pelos
que tienes so fea.
Celeste.- (yéndose
hacia ella) Ahora verás
Laura.- (Poniéndose en medio de las dos y chillando) .-
Bueno, ya está bien, ¿no os da vergüenza? Toa la vía juntas, habéis cresío
juntas en el barrio, os queréis como hermanas, os ayudáis como hermanas y
cada dos por tres armáis una de éstas.
Asunción.- ¿Yo querer a ésta?
Celeste.- ¿Yo haber cresío con ésta?
Laura.- Sí, Naturalmente, sois hermanas, o ¿es que ya
lo habéis olvidao después de cincuenta años? y yo vuestra hermana mayor o ¿es
que queréis que vayamos al diario de Patricia a contar nuestra historia?
Asunción
y Celeste.- (Dándose un abrazo)
Laura.- Así está mejor
Candelas.- Os estoy observando desde aquí y desia pa mis
adentros: con lo que se quieren estas tres hermanas que siempre van juntas a
tos laos y luego como regañan por cualquier cosa. Totá , ¿ por qué ha sío
esta vez?
Laura.- Po el fútbol , que una es der Betis y la otra
der Sevilla, ya ves que tontiá
Celeste.- ¡Hombre! Es que no va a compará a mi Sevilla
con er Betis. Mi Sevilla va to de blanco, como la inmaculada Concepción.
Asunción.- Mira quien fue a hablá pues er Betís va vestío
con los colores de la bandera de Andalusía, porque es quien mejor la
representa.
Laura.- ¡Basta, basta! A ver si vais a empesar otra
ves, que sois como la der pelo de mi pueblo, que to los años regañaba con er
marío por un pelo que había caío en la sopa y al año siguiente hasían las
pases y cuando salía la conversación, empesaban siempre con lo mismo: Cariño
ties que reconocer que er pelo era tuyo y él, no mi vía era tuyo porque era
más largo que los míos y así se ensarsaban de nuevo, volvían a regañar, se
volvían a separar y así hasta el año siguiente.
Asunción
y Celeste.- Pues vaya pareja.
Laura.- Aplicaros er cuento.
Candelas.- Bueno me vais a comprar algo, o sólo vais a
discutir.
Laura.- Es verdá Candela, a mí dame el Mundo.
Asunción.- Pues a mí El País.
Celeste.- Pues yo ni uno ni otro, dame la revista Semana.
Candelas.- Toma Laura, tu Mundo, el País para Asunción y
tú Celeste toma la revista Semana, que creo que viene un patrón para haser
una chaqueta de lana que es un primor.
Todas.- Con Dios Candelas, que nos vamos a comer.
Candelas.- ¡Vayan ustedes con Dios! Y fúmense la pipa de
la paz, que por hoy ya han peleao el primer Round.
Candelas.- ¡Hasta más ver! ¡Qué tres hermanas. Ven ustés,
así se me pasa toa la mañana, con los chascarrillos de unas, los cotilleos de
otra y las peleas de éstas y ya ven las dos menos cuarto, ya estoy a punto de
serrar y terminar la jorná de la mañana y se ma pasao en un santiamén. ¡Ah!
Pues toavía me falta una. Esta es la más tardona, casi siempre llega cuando
voy a serrar el kiosco y le temo, porque además de que me cuenta toas sus
penas tie un chiquillo que es un diablo, así que le temo. Ya puedo guardar
tos los cachivaches dentro del kiosco porque si no, no me queda uno sano.
Mira por allí viene. Ya desía yo que no podía faltar.
Esperanza.- ¡Niño! ¡Quieres dejar de perseguir a las
palomas!¿Qué diantre de niño!¡Niño no te metas en la fuente! ¿Quieres venir
aquí? Niño no hagas burla al monisipal .¿Pero tu has visto Candelas? No hay
quien haga carrera de él.
Candelas.- No es por na, Esperancita, pero tu niño está
desbocao, está farto de un buen asotillo que le ponga firme y que le haga ver
quien manda, porque te tiene cogío el pan debajo er sobaco.
Esperanza.- ¡Hombre Candelas! Eso es un martrato y yo no
voy a martratá a mi niño. Es un poco revoltoso pero no es mala gente. Mi
marío dise como tú que le dé un asotillo de vez en cuando, pero eso lo dise
porque es un poco bestia como tú. A mi niño se le gana mejor por las buenas.
Candelas.- Sí, sí, ya lo veo que te lo tienes ganao.
Esperanza.- ¿Qué no? ¡Ahora vas a ver! ¡Luisito mi amor ven
con mamita, que mira lo que tiene Candelas para ti, a Drake, el guerrero
supersónico, Ven corre.
Niño.- (
Corriendo a todo correr )
Esperanza.- Ya viene, ves como mi niño al final es mu
noble. Ya está aquí. Luisito dale un besito a mami y saluda a Candelitas.
Niño.- (Le
da un beso fugaz a su madre mientras emite un gruñido) ¡Dame mi Drake supersónico!
Esperanza.- Candelas, ya que Luisito se ha portado ya bien
y ya no va a hase más travesuras, dale ese muñeco tan presioso que le he
prometio, pero me tienes que prometer que vas a ser más obediente ¡eh!
Promételo aquí delante de Candelas.
Niño.- (Nuevo
gruñido del niño) Síiiiiii ¡Dame mi Drake!
Esperanza.- ¿Pero nos lo prometes?
Niño.- ¡Que síiii, pesá!
Candelas.- ( Con
retintín) ¡Qué rico!
Niño.- (Simulando
el ruido de una ametralladora y disparando figuradamente contra todos los
viandante, incluidas su madre y Candelas). Ra-ta-ta-ta-ta
Esperanza.- ¿No es una monería? Con que poquito se conforma
la criatrura, si lo han dicho hasta los psicólogos, que a los niños se les
gana antes por las buenas que por las malas. Tú como no tienes hijos, pues no
tienes experiencia, pero ya ves.
Candelas.- Eso es verdá, no tengo ninguna experiencia,
pero digo yo que alguna vez se le acabaran los regalos ¿no?
Esperanza.- ¡Ah! Para entonses ya habrá madurao y será todo
un hombre de provecho.
Candelas.- Pues mira me has convensío. Yo soy como mi
padre, ¡que en paz descanse! Que no le gustaba discutir y cuando alguien le
desía ¿de qué está usté tan gordo? Él contestaba ¡de no discutir! ¡Eso no pue
ser!, desía el otro, Pues no será contestaba mi padre tan orondo.
Esperanza.- Pues no lo he cogío mu bien Cuentas unos
chistes y unos chascarrillos que no hay quien los entienda Candelas.
Candelas.- ¡Pues será así Esperanza! ¡Pues será así!
Esperanza.- ( Corriendo tras el niño de nuevo )¡Niño, no
dispares a los patos que te van a echar una multa! ¡ Niño no hagas burla a la
gente! ¡Niño que salpicas a ese señor! ¡Qué niño más desobediente!¡Ve aquí
ahora mismo!
Candelas.- Y esta es mi vida Señores, un poco monótona y
repetitiva, pero simpática y alegre ¿verdad?. Ninguno de los personajes
tienen desperdicio. Ya ha llegado la hora de cerrar y no se ha dao mal la
mañana, de todo ha habío.
(Van saliendo todos los personajes
al escenario mientras suena a lo lejos la canción de
D. Anselmo.-Candelas es el alma
Hortensia.- que tiene la grasia española
Mª Luisa.- y rinde Sevilla a sus pies.
Juan.- que tiene entre sus cortesanos
Susana.- a todos nosotros y ...
Esperanza.- y al niño también...
Clarita.- que con este humilde sainete..
Cristóbal.- pretende que lo pasen bien.
Mª Encarnación.- sentados ahí un buen rato
Dolores.- Sin otro problema entre manos...
Todos.- ¡¡¡Que el estricto deber de aplaudir!!!
¡¡¡Que el estricto deber de aplaudir!!!
¡¡¡Que el estricto deber de aplaudir!!!
Fin
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