martes, 26 de junio de 2012

TRES CABEZAS


TRES CABEZAS


En el pueblo



Tres hombres están sentados y MUJER 1 está barriendo el patio.

HOMBRE 1:

Bueno, yo les llamé a esta reunión porque, como saben, aquí tenemos un problema en común.



HOMBRE 2:

Sí. El de las gallinas. Anoche perdí otra.



HOMBRE 3:

Yo ya he perdido seis.



HOMBRE 1:

Anoche también tuve visita. Ya no me quedan sino dos gallinas. Entonces pienso que juntos podemos solucionar el problema.



HOMBRE 2:

Si. Tres cabezas son mejor que una.



HOMBRE 3:

¿Entonces, qué hacemos?



HOMBRE 2:

¿Qué tal si nos turnamos haciendo vigilancia. Cada noche uno de nosotros da la vuelta por la vecindad?



HOMBRE 3:

Hombre, no me gusta trasnochar. Cansa mucho y todos tenemos que trabajar de día.



HOMBRE 1:

Mira, todo eso empezó cuando llegaron los nuevos vecinos aquí. Antes no perdimos ni una gallina.



HOMBRE 2:

Verdad. Y este señor es como raro.




HOMBRE 3:

Si, casi no habla. Será que él nos está llevando los pollitos?



HOMBRE 1:

Pues, quién más puede ser?



HOMBRE 2:

Entonces, qué hacemos?



HOMBRE 1:

Me parece que lo más correcto es irnos a la inspección de policía y registrar una queja.



MUJER 1:

Anoche escuché pasos en el techo y no eran pasos humanos.



HOMBRE 1:

Ay, mija, entonces nos está visitando un espanto.



HOMBRE 2:

Un bulto esta acabando con las gallinas. Ja, ja, ja.



MUJER 1:

Pues, pensé más bien un zorrochucho.



HOMBRE 3:

Ja, ja, ja. Un fantasma ladrón. Tal vez hace sancocho de gallina para los difuntos en el cementerio. Ja, ja, ja.



HOMBRE 1:

Bueno, entonces. Estamos de acuerdo?




HOMBRE 2:

Sí, hombre. Hay que ponerle fin a esto.



HOMBRE 3:

Entonces, vamos al inspector?



HOMBRE 1:

Sí, vamos.





(Salen los tres hombres. MUJER 1 encoge sus hombros, sigue barriendo y sale. Después entran los tres hombres y MUJER 2 empieza a preparar la comida)



HOMBRE 2:

Qué bueno que han venido. Hace tiempo que no nos reunimos.



HOMBRE 1:

Si, de vez en cuando debemos hablar juntos sobre las cosas de la vecindad.



HOMBRE 3:

Así se resuelven mejor los problemas.



HOMBRE 2:

Sí, tres cabezas son mejor que una.



HOMBRE 1:

Bueno, ojalá esta vez sea mejor que la última decisión que hicimos.



HOMBRE 2:

Verdad. Ay qué pena con el nuevo vecino.




HOMBRE 3:

Hombre, después de que el inspector lo lleva preso, esa misma noche encuentro un zorrochucho comiendo mis gallinas.



HOMBRE 1:

Y nos costó trabajo hacer la paz con él después.



HOMBRE 2:

Menos mal que no es un hombre rencoroso.



HOMBRE 3:

No sé por qué no se nos ocurrió que podría ser un zorrochucho.



HOMBRE 1:

A mi me pasó por la mente, pero...



HOMBRE 2:

A mi también. Algo me dijo...



HOMBRE 3:

Hombre, no fue tu esposa que dijo...



HOMBRE 1:

Bueno, y cuál es el tema hoy?



HOMBRE 2:

Es sobre la juventud. A mi me preocupa lo que está pasando.



HOMBRE 3:

A mi también. No encuentran cómo divertirse sanamente y me parece que están metiendo droga.




HOMBRE 2:

Yo no sé de dónde cogieron tan malas costumbres. (a MUJER 2) Mija, tráiganos tres cervezas.



HOMBRE 1:

Y con ese lote desocupado y lleno de monte. Es un lugar perfecto para esconderse y hacer todo lo que no se debe hacer.



HOMBRE 2:

Sí, creo que allí van parejas también.



HOMBRE 3:

De quién es ese lote? 



HOMBRE 1:

Creo que es del municipio. O sea, no es de nadie.



HOMBRE 2:

Entonces, qué hacemos?



HOMBRE 3:

Podríamos cercarlo con alambre de púa.



MUJER 2:

(Trayendo la cerveza) A mí me parece que este lote tiene la medida de una cancha de fútbol.



HOMBRE 2:

Hombre, el partido! Va a empezar en diez minutos.



HOMBRE 1:

Si, entonces, estamos de acuerdo? Cercamos el lote?




HOMBRE 3:

Pero eso va a llevar mucho alambre y tiene que ser alto o si no, los jóvenes pueden saltarlo.



HOMBRE 2:

Pero si es para nuestro hijos, debemos hacer el gasto.



HOMBRE 1:

De acuerdo. Prende el televisor.





(MUJER 2 encoge sus hombros. Salen todos. Luego entran los tres hombres y se sientan)



HOMBRE 3:

Hoy les he llamado porque tenemos otro problema en la vecindad.



HOMBRE 1:

Ojalá esta vez nos salga más barata la solución. Esa cerca de alambre de púa casi me quiebra.



HOMBRE 2:

Ay, hombre. Y después viene el municipio y quita todo para hacer una cancha de fútbol.



HOMBRE 3:

Que fue muy bueno para la juventud, pero... por qué no pensamos en esto antes de hacer semejante inversión?



HOMBRE 2:

A mi me pasó por la mente, pero...



HOMBRE 1:

A mi también, algo me dijo...




HOMBRE 3:

Hombre, no fue tu mujer que...? Mira, antes de seguir vamos a llamar a nuestras señoras.



HOMBRE 2:

Si, si. Seis cabezas mejor que tres.





(Salen los tres hombres y regresan con sus esposas. Todos se sientan)



HOMBRE 3:

Hemos llamado a todos para hablar del problema del desagüe aquí en la vecindad.





(Los hombres empiezan a hablar a la vez. Después se quedan callados y miran hacia sus esposas)



HOMBRE 3:

Bueno, les toca a las damas.



HOMBRE 2:

Sí. Qué opinan Uds.?



HOMBRE 1:

Aquí las estamos escuchando.




FIN



Copyright©1999 Leslie Garrrett. All Right
s Reserved.

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